Despertar y Levantarse

¡Levántate!
Después de haber tocado mi fondo de sufrimiento comprendí una gran verdad: Hay una diferencia enorme entre despertar y levantarse. Todas las mañanas despiertas, y esto es, abres los ojos, tu conciencia comienza nuevamente a conectarse con tus sentidos; puede ser que tengas momentos de meditación donde tus pensamientos te presenten la agenda de actividades a realizar durante el día, quizá también puedas sentir algo de pereza para abandonar la cama; pero sea como sea hasta este momento solo podemos decir que hemos despertado.

Lo interesante llega en el instante en que te incorporas para dejar la cama vacía, cuando tus pies tocan el frío piso o las cómodas pantuflas. En este justo momento te estás Levantando a la vida.

Por lo tanto, podemos decir que despertar es tomar conciencia de que vives, de que tienes las herramientas precisas para enfrentarte a la vida y sus infinitas situaciones, pero Levantarte es tomar acción, es en realidad hacer uso de esas herramientas, es hacer uso de tus dones, es actuar, es el movimiento, y todo en el universo es movimiento, así que al tomar acción, al ponerte tú mismo en movimiento estás cumpliendo con el universo y siendo armonía con la creación.

No basta con despertar. Despertar es bueno y hay que darle siempre gracias a Dios por el despertar, por ese abrir los ojos, por ese tomar conciencia; despertar cuando tenemos algún problema es maravilloso porque nos damos cuenta de que tenemos un sin fin de oportunidades para resolverlo, sin embargo, ¿de qué sirve darnos cuenta si no tomamos las acciones necesarias?... ¿De qué me sirve estar consciente de que tengo dos piernas, si me niego a caminar?... Despertar es siempre una bendición, pero levantarse es una bendición aún más grande. Levantarse es una alabanza al creador, porque estamos pasando de la estática a la dinámica. Porque estamos pasando de la meditación a la acción. Despertar es muchas veces tener fe, levantarse es respaldar esa fe. Despertar es un regalo Divino, levantarse es agradecerle al creador por ese regalo de amor. Despertar es el primer paso para llevar una vida feliz; levantarse es el caminar siendo feliz.

Despertar es a veces doloroso, porque al tomar conciencia podemos toparnos con cosas desagradables, como darnos cuenta que a nuestro lado en la cama ya no hay compañía como antes. Sin embargo tenemos el derecho y la obligación de levantarnos y de luchar, de caminar, de ser felices siempre, con, sin y a pesar de quien sea, tenemos que mirar de frente, tomar acción, no quedarnos nunca estáticos ni inertes; porque el Universo no es estático, y nosotros somos parte del universo, somos vida y la vida no es pasiva, la vida es cambio, acción y evolución.

Por tanto te invito siempre a que te levantes, no así literalmente de la cama, sino más bien a que te levantes de cualquier situación adversa en tu vida.

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