jueves, 11 de septiembre de 2008

Acéptate a ti mismo


Antes de pretender alcanzar el éxito tenemos que cumplir con una regla, en realidad es muy fácil, siempre y cuando tú lo quieras ver así; la regla es: Acéptate a ti mismo (a). Acepta todas tus cualidades pero también tus debilidades.

Realiza una lista en dos columnas, una para tus virtudes o cualidades y otra más para tus defectos. A veces creemos que nos conocemos bastante bien, pero sí es posible habla con las personas más allegadas a ti (que sean gente con buena actitud) y pregúntales sobre ti, que te digan por favor todo lo bueno y lo malo que encuentran con tu persona. En este punto es muy importante que no vayas a irritarte o enojarte si te dicen tus defectos, no se trata de discutir, recuerda bien que este ejercicio es para tu propia Aceptación.

Esto te ayudará de una manera impresionante a conocerte realmente, a conocer quién es verdaderamente esa persona que tú ves todas las mañanas frente al espejo, a saber cómo es que te miran los demás, estoy seguro de que te llevarás una gran sorpresa al enterarte de muchas cosas buenas y también malas que los demás ven en ti, pero que tu jamás habías observado.
Ahora bien, ya que concluyas tu lista y hallas hablado con personas sobre ti (No dejes de hacerlo, es muy edificante), te toca hacerla de espía… Sí, de espía, tendrás que estar de hoy en adelante muy atento a cada reacción que tengas durante el día, una reacción es el modo en el que actuamos a cualquier situación que se nos presenta. Por ejemplo si por la mañana cuando vas manejando rumbo al trabajo alguien se pasa el alto o se estaciona en doble fila estorbándote el paso, justo ahí OBSERVATE, y concéntrate en las reacciones que estas teniendo. Si sentiste ira y le silbaste al carro, o le propinaste un recordatorio del 10 de mayo al conductor que te estorbaba, observa tu reacción.

Por las noches apunta eso en una pequeña libretita que puedes hacer a manera de “diario” y encontrarás que seguramente eres una persona muy iracunda. Es bueno si lo reconoces y lo ACEPTAS, pero es mejor sí comienzas a componer eso. ¿Cómo?, bueno, simplemente la próxima vez que te encuentres en un enfrascamiento de transito, usa la lista de usa virtudes y trata de conservar la calma, en lugar de pasar al lado del conductor “estorboso” y maldecirlo, sonríele y en tu mente mándale sólo bendiciones.

El hecho de que te ACEPTES A TI MISMO, no quiere entonces decir que solamente reconozcas defectos y digas… “bueno, pues es que así soy yo, así nací y así me he de morir”, NO, Aceptarse es también aceptar lo bueno que tengo y ACEPTAR que yo puedo cambiar lo malo en mi, Aceptar que siempre es un buen día para comenzar de nuevo, y para comenzar a hacer cambios importantes en mi vida. Aceptar que no siempre tengo la razón, pero que es más importante buscar la paz que la razón. Aceptar que tengo defectos porque soy ser humano, pero que puedo poner siempre mi mayor esfuerzo para cambiarlos porque soy inteligente. Aceptar que mi felicidad no depende de los factores externos a mí. Aceptar mis virtudes y cualidades y MULTIPLICARLAS. Aceptar que Dios me ama.

La aceptación de uno mismo es el primer paso hacia el éxito, el trabajar con tu persona te asegurará una buena vida, el estar siempre alerta de tus reacciones es algo muy importante. No te olvides de apuntar tus emociones y reacciones y hacer todas las noches un minucioso estudio de ti mismo. Pronto tus reacciones negativas se transformarán en positivas, descubriráse el verdadero yo que habita dentro de ti mismo… y será una Aceptación más transparente y menos dolorosa, porque a vececs el aceptarse honestamente duele, pero ya veremos después cómo superar eso.

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